
Por: Fernando Laguna Ballesteror
En el año 1.969, pusimos las vergas del Galatea a la funerala; según imagen inferior que se ve en esa posición. Yo, no puedo olvidarlo , ya que me encontraba arrestado en esa Semana Santa, junto a otros tres compañeros alumnos por habernos saltado las ordenanzas de la milicia.
Tampoco se me olvida, a pesar de los años, el sujeto que nos emplumó, se trataba de un sargento primero contramaestre demasiado eficaz en su celo de trabajo, aunque por fortuna no todos eran iguales.