Publicado por: Jaume Matamala Blanch

Explicaban que en una
coincidencia de un velero Inglés con otro Español , en un puerto en Sudamérica, el capitán Inglés invitó a los oficiales y marineros del barco Español a presenciaran en la cubierta de su buque lo adiestrada que estaba su tripulación, y la habilidad que tenían en moverse por la arboladura de sus cuatro palos; a lo que un marinero inglés subió con la destreza de un gato a lo alto del palo mayor y colocándose boca abajo y las manos libres se quedó varios minutos en aquel arriesgado equilibrio; posteriormente se desplazó de un palo a otro caminando en el aire a través de una cuerda, siendo un verdadero gato de mar.
Esta situación puso en un aprieto al
Capitán Español que designó a un marinero para emularala hazaña inglesa. Al día siguiente, todo el grueso de la tripulación Inglesa pasaron al velero Español a presenciar el evento. Empezó a subir el marinero lentamente por los flechastes con el nerviosísimo de quien se sabe observado, decidido a superar la cabriola del inglés en lo alto del palo, pero sin tener la más mínima convicción . Se posó en la punta del mástil y con la cabeza abajo, como queriendo prolongar la longitud del palo, puso sus manos en cruz perdiendo el equilibrio, a lo que en su rápida caída se asió a un cabo, topo con la verga, dando una vuelta en redondo con su vientre, llegándole milagrosamente una cuerda que le plantó erguido de pies en cubierta sano y salvo como si aquello fuera una rutina diaria.
Entonces, el capitán español dirigiéndose
al inglés, le indicó, que en otras ocasiones, lo había hecho mejor.
al inglés, le indicó, que en otras ocasiones, lo había hecho mejor.