Transcrito del libro de Pablo Delgado Guerra:
" El Galatea, al ser el barco que sólo formaba Especialistas y Suboficiales, la Armada, lo consideraba como un barco de menos categoría, y era por esta razón, que nunca salía del territorio Portugués y Español. El Comandante, que era un tío muy cojonudo, se peleo hasta conseguir que la Armada le concediera otros cruceros de más categoría, aunque no fueran tan importantes, como los que hacía el Juan Sebastián el Cano, que al ser el que formaba oficiales tenía mas privilegios. Un mes antes de emprender el segundo crucero de 1.953, se empezaron a sentir rumores de que se iba a atravesar el Atlántico, y quince días más tarde, se confirmaba el nuevo itinerario, con los siguientes destinos: Hamburgo - Cádiz -Cabo Verde - San Juan de Puerto rico- New York. Todos muy contentos sin saber lo que nos esperaba, saltábamos de alegría porque al Galatea se le habían concedido los honores que se merecía.
Y el 15 de Septiembre, se salía de la ría del Ferrol con rumbo a Hamburgo- Alemania-. Por primera vez navegaba por el Canal de la Mancha, y el Mar del Norte, con pabellón español. Fue objeto de curiosidad y admiración, para todos los navíos que navegaban en esa zona, que cambiaban de ruta para poder contemplar mas de cerca aquel hermoso navío a toda vela. Nunca podré olvidar, que al ser una zona peligrosa, la Caña se pasó al Puente, de manera que se pudiese navegar con más seguridad; y dió la coincidencia que fui yo quien la llevé durante cuatro horas, en la parte mas frecuentada del Canal."
POESIAS DEL GALATEA ( Pablo Delgado Guerra )
Ya se marchó aquel Velero
aquella fragata blanca
Se marchó de nuestros mares
Como un montón de chatarra
Como anciano que estorba
Porque las fuerzas le faltan,
Se olvidó lo que había sido
¿ Debe de ser por ignorancia ?
Pero yo que navegué
En medio de las entrañas
Supe lo que tu valías
Porque forjastes mi alma,
Yo tenía 17 años
Cuando por primera vez
Supe lo que eran tus jarcias
Tu forjastes tantos hombres
Grandes marinos de España
Que hoy lloran porque se fué
Aquella fragata blanca
Te marchaste como un perro
Que lo echan de su casa
Dando tirón, tras tirón
Del seno de las amarras
Tú que surcastes los mares
Representando a la Patria
Que al llegar a cada puerto
Con saludo a la voz
Gritábamos; ! VIVA ESPAÑA¡
Ya se marchó para siempre
Aquella fragata blanca
-------------------------------
¡ Tres veces lloré por ti !
Tres veces con emoción
La primera; de amor propio.
La segunda; fue de pena
Y la tercera de pasión
! Lloré por primera vez !
Cuando por primera vez,
puse mis pies en tu seno
yo solamente era un niño
de un pueblecito Extremeño.
Cuatro años soportastes,
mi presencia en tus
entrañas, por eso puedo
decirte que tú has
forjado mi alma.
Me enseñastes a luchar,
lo mismo que tú lo hacías.
Luchabas con temporales,
pero siempre te salías.
Cuando el temporal pegaba,
y que tus jarcias crujías,
es cuando tú te quejabas
pero al final, reías.
Cuando el viento se marchaba,
y la calma aparecía,
en un suave mar de fondo,
como a un niño nos mecías,
y cuando el viento soplaba,
dabas toda tu energía.
Pasé hambre; pasé frío,
¡ y malos ratos también !
Pero lo que me enseñastes,
eso nunca lo olvidaré.
Siempre te lleve en mi mente,
y en mis momentos de angustia,
de mi mente te sacaba,
pensando en aquellos tiempos
y las angustias se marchaban.
¡ Lloré por segunda vez !
En el Puerto de Sevilla,
cunado te vi abandonado.
! Apenas te conocí ¡
Me dio un vuelco el corazón
y maldije en ese instante
aquél que te abandonó.
! Lloré por tercera vez !
Pero esta vez de pasión.
De verte como has cambiado,
¡ Pero de mal a mejor !
He venido a visitarte
¿ Es que te acuerdas de mí ?
Aunque, si es que te has marchado
o has cambiado de color.
! Estás impregnado de mí !
¿ Y no te puedo borrar !
Pero te puedo decir,
y te puedo asegurar,
que, aunque que cambies de color,
siempre en mi mente ESTARAS.
-------------------------------
¡ Tres veces lloré por ti !
Tres veces con emoción
La primera; de amor propio.
La segunda; fue de pena
Y la tercera de pasión
! Lloré por primera vez !
Cuando por primera vez,
puse mis pies en tu seno
yo solamente era un niño
de un pueblecito Extremeño.
Cuatro años soportastes,
mi presencia en tus
entrañas, por eso puedo
decirte que tú has
forjado mi alma.
Me enseñastes a luchar,
lo mismo que tú lo hacías.
Luchabas con temporales,
pero siempre te salías.
Cuando el temporal pegaba,
y que tus jarcias crujías,
es cuando tú te quejabas
pero al final, reías.
Cuando el viento se marchaba,
y la calma aparecía,
en un suave mar de fondo,
como a un niño nos mecías,
y cuando el viento soplaba,
dabas toda tu energía.
Pasé hambre; pasé frío,
¡ y malos ratos también !
Pero lo que me enseñastes,
eso nunca lo olvidaré.
Siempre te lleve en mi mente,
y en mis momentos de angustia,
de mi mente te sacaba,
pensando en aquellos tiempos
y las angustias se marchaban.
¡ Lloré por segunda vez !
En el Puerto de Sevilla,
cunado te vi abandonado.
! Apenas te conocí ¡
Me dio un vuelco el corazón
y maldije en ese instante
aquél que te abandonó.
! Lloré por tercera vez !
Pero esta vez de pasión.
De verte como has cambiado,
¡ Pero de mal a mejor !
He venido a visitarte
¿ Es que te acuerdas de mí ?
Aunque, si es que te has marchado
o has cambiado de color.
! Estás impregnado de mí !
¿ Y no te puedo borrar !
Pero te puedo decir,
y te puedo asegurar,
que, aunque que cambies de color,
siempre en mi mente ESTARAS.